LA VULNERABILIDAD EN LAS ESTRUCTURAS Y PROCESOS DEMOGRÁFICOS DEL CHACO

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La llamada segunda transición demográfica [15] difiere de los otros dos procesos, pues es un fenómeno propio de los países desarrollados, aunque hay indicios parciales de su extensión al resto del mundo, generando riesgos sociodemográficos, asociados a su retraso o a su avance.

La alta fecundidad está asociada generalmente a los sectores con menores ingresos, los más pobres, de bajo nivel de instrucción y radicados en  áreas rurales y urbanas marginales, entre los que se encuentran los aborígenes; mientras los que han logrado bajar los índices de fecundidad son los más acomodados y los de mayor instrucción, por tener mayor acceso a la información necesaria para planificar los nacimientos y a los medios para controlarlos. El menor número de hijos deseados por las mujeres de condición social más bajo está relacionado con los cambios culturales en cuanto al ideal de hijos, a las condiciones económicas adversas para la crianza y a la incorporación de la idea de familia más pequeña, influencia recibida a través de los medios de difusión. Al mismo tiempo la baja de la fecundidad está relacionada con el aumento del uso de métodos anticonceptivos.

El fenómeno del cambio de los comportamientos matrimoniales y reproductivos, en los países desarrollados muestra índices de fecundidad muy inferiores al nivel de reemplazo (postransición demográfica clásica), incremento de la soltería, los nacimientos fuera del matrimonio, la postergación de las uniones y de la maternidad-paternidad hasta el momento de haber alcanzado un mínimo nivel de formación educativa y de obtener una posición socioeconómica favorable para encarar esas etapas y acontecimientos de la vida. Es por ello que la población joven contrae matrimonio y tiene su primer hijo a edades significativamente mayores que sus pares de los países subdesarrollados.

Esto contempla también un aumento de las uniones ilegítimas, de los divorcios, separaciones, que implica dificultades en la crianza de los hijos, el abandono de la mujer propio de esos acontecimientos traumáticos, caracterizados además por cambios socioeconómicos y de género, que afectan a hogares con menor capacidad de respuesta o mayor vulnerabilidad frente a esas adversidades. Cualquiera sea el ámbito que se trate, la inestabilidad familiar genera problemas para los involucrados los que requieren aumentar su capacidad de respuesta frente a la posibilidad de ocurrencia. Tales cambios obedecen a una transformación cultural profunda, en la que la individualidad toma una posición central fundamentada en los valores postmodernos, en la conciencia materialista y en el logro de una mejor calidad de vida.

Las conductas reproductivas de los jóvenes surgen como elementos de vulnerabilidad, pues socialmente su comportamiento induce a un retraso de la nupcialidad, de la reproducción y de la movilidad social, pero culturalmente no se cuentan con los elementos necesarios para consolidarlos (educación, oportunidades de movilidad social, respeto a las normas, etc.). [16]

El tema de la maternidad adolescente tiene consecuencias adversas para las involucradas, pues ellas se ven en la necesidad de asumir roles, improvisar decisiones para los cuales no están preparadas, todo lo cual va en desmedro de la estabilidad familiar y la crianza de los hijos. Además la sociedad sufre la salida del sistema educativo de los recursos humanos que están en pleno proceso de formación. Esa reproducción temprana es un riesgo relevante en numerosas áreas y obedece a patrones de conducta y normas socioculturales que implican distintas condiciones de vulnerabilidad. Esta elevada fecundidad adolescente es un componente demográfico de la pobreza que implica un cuadro de vulnerabilidad, pues ese riesgo afecta a los que poseen menor capacidad de respuesta y defensa.

En la provincia se observan cinco modelos de estructura de fecundidad

·     La cúspide temprana (mayor cantidad de nacimientos en relación al grupo de 20 a 24  años) predomina en el occidente de la provincia y algunos sectores del centro. Ello implica una alta natalidad debido al inicio de la reproducción a edades  muy jóvenes.

·     La cúspide tardía (25 a 29 años) es la menos difundida y se ubica en el oriente provincial correspondiendose con una natalidad baja.

·     La cúspide dilatada (20 a 29 años) predomina en el norte y oriente de la provincia. Presenta una natalidad media.

·     La cúspide extensa (15 a 29 años) ocupa amplios sectores del centro y sur provincial. Respecto a la anterior hay un inicio del período reproductivo a edades adolescentes con mayores riesgos aunque la edad límite final es  coincidente.

·     La cúspide prolongada (20 a 34 años) es la menos difundida en  algunas áreas dispersas. Estas dos últimas tienen valores medios y bajos de natalidad debido a la distribución de los nacimientos en un intervalo de edades  relativamente extensos. Mapa Nº 10.

·     La educación es la principal herramienta de las sociedades modernas para promover y realzar el capital humano, como así lograr la integración de los jóvenes y adolescentes. Las opciones de movilidad social dependen de la educación recibida y si esta es deficiente opera como un elemento de vulnerabilidad que debilita a los grupos humanos frente a las exigentes condiciones del mundo actual. Pero no solamente se trata de desigualdades en la calidad, sino también en la cobertura y en que la formación educativa se complete. Es destacable el problema de la deserción escolar desde los niveles inferiores (educación básica) hasta los superiores, siendo más acentuado entre los más pobres como resultado de su incorporación temprana a los roles adultos, en particular los vinculados al sostenimiento familiar.

Actualmente, los jóvenes de estratos sociales bajos, tanto urbanos como rurales, están sometidos a procesos de vulnerabilidad debido a varios factores, entre otros:

a.   a.  falta de oferta laboral para personas con escasa instrucción que les garantice la cobertura de los servicios sociales y la estabilidad.

b.       La carencia de ofertas educativas de capacitación  para adquirir nuevas destrezas o aptitudes.

c.  La falta de recursos familiares para contener a los jóvenes y proporcionarles alimentación, educación y formación.

d.  La estimulación social de la sexualidad temprana que no se condice con la educación y la capacitación para obtener comportamientos reproductivos y de prevención de enfermedades.

e.  Aislamiento de los jóvenes urbanos pobres debido a la segregación residencial y a la restricción de los servicios básicos.

Resumiendo, en las investigaciones llevadas a cabo sobre la vulnerabilidad sociodemográfica se utilizan enfoques centrados en la identificación de las desventajas sociales que ejercen efectos adversos sobre los hogares y las personas. La relación de las variables de población con los daños ambientales, la salud reproductiva, la localización de áreas marginales, los activos, los ingresos permiten examinar riesgos como la alta y temprana fecundidad, los elevados valores de dependencia demográfica, el aislamiento y la dispersión de la población. Así los riesgos de la segunda transición permiten tratar los siguientes ejes temáticos: 1. El ciclo vital de las personas que identifica a tramos de edades con mayor o menor vulnerabilidad (infancia, adolescencia,  etapa reproductiva y laboral, adultez, vejez); 2. Los derechos de cada una de estas fases y 3. El estadio de transición demográfica que se relaciona con la segunda transición. Esto permite proponer cuatro indicadores de vulnerabilidad: a) las condiciones socioeconómicas relacionados con la salud de los niños, la educación de las madres, la calidad de las viviendas y los servicios básicos; b) la deserción escolar; c) el trabajo desprotegido y d) la falta de seguridad social.[17]



[15]

Esta expresión fue difundida por demógrafos europeos (Ron Lesthaeghe y Dirk van de Kaa –1986) para describir el conjunto de cambios en las conductas matrimoniales y reproductivas de Europa en la década de 1960.

[16]

 Rodríguez Vignoli, Jorge. (2001) Vulnerabilidad y grupos vulnerables: un marco de referencia conceptual mirando a los jóvenes. Serie Población y Desarrollo, Nº17,  Santiago de Chile, CEPAL.  P.5

[17]

Cepal (2002) Vulnerabilidad... Separata.. Op cit  Pág. 22-23

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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina