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La vulnerabilidad política –
institucional
No solo el
ámbito educativo es vulnerable en esta pequeña comunidad ribereña del
AMGR, también lo es, y sin ninguna duda el aspecto político e
institucional. Si consideramos lo expuesto por Wilches – Chaux (1989) y
retomado por Allan Lavell (1996) acerca de las definiciones de ambos
enfoques de la vulnerabilidad podemos comenzar diciendo que en esta
comuna los dos aspectos indistintamente se manifiestan actualmente en la
localidad. Con mirada restrospectiva esta comunidad se halla inmersa en
una importante crisis institucional sin precedentes, que viene
aconteciendo desde hace unos pocos años atrás en el marco de su máximo
organismo gubernamental, el municipio, problemas políticos
partidistas en primer lugar, manejos inapropiados de los fondos
públicos, disputas de poder de orden partidarias e incapacidad en el
manejo institucional, administrativo, político y de gestión por parte de
los gobernantes de turno, llevaron a que esta situación se extendiera en
el tiempo y llegara a su punto álgido en el año 2006 cuando el por
entonces intendente municipal fuera destituido de su puesto y denunciado
por el propio consejo municipal por malversación de fondos públicos,
desatándose así una gran inestabilidad institucional, que provoco que
quiénes están a cargo de la administración municipal centraran sus
energías en esta compleja y tensa situación desatendiendo cualquier otro
aspecto fuera del espectro problemático que los ocupaba en esos
momentos.
"En las ciudades metropolitanas latinoamericanas, las
municipalidades que las integran tienen una carga cada vez mayor". (Pírez,
1993) Tienen características comunes estos municipios: baja capacidad
para enfrentar los problemas urbanos y particularmente, para hacerse
cargo de las necesidades de la población de menores recursos. Estas
cuentan con limitados recursos financieros, porque reciben una baja
participación de los ingresos que recaudan los otros niveles estatales,
como así también porque sus sistemas fiscales son limitados y sus
aparatos recaudadores ineficaces." El aparato administrativo tampoco
está a la altura de las necesidades, el personal tiende a ser excesivo,
no presenta la calificación requerida para las tareas de una
administración moderna. En consecuencia, no están en condiciones de
conocer con cierta precisión las necesidades que deban enfrentar ni
mucho menos de programar su atención" (Pírez, 1993)
Respecto de su
funcionamiento interno, podríamos decir que responde a un modelo de
gestión común a otros municipios del AM como así también de la
provincia, que presenta en su organización, como ya hiciéramos mención,
severas deficiencias de orden administrativo, operativo, y de toma de
decisiones, debido fundamentalmente a las disputas internas del poder
político local. También han debido enfrentar la transferencia de
competencias y funciones desde los niveles centrales de gobierno, de la
nación y de la provincia, en respuesta al nuevo paradigma de la
descentralización iniciada en nuestro país en la década del 90. Frente a
esta situación han tenido que enfrentar la viabilidad y sustentabilidad
de la descentralización. Paralelamente a este proceso de
descentralización, principalmente de las políticas sociales, hacia los
gobiernos locales, la capacidad de gestión de los municipios ha estado
históricamente limitada, llegándose a situaciones críticas de diferentes
índoles.
La
vulnerabilidad en este caso, no solamente se hizo presente en esta
instancia de poder, también se encuentra omnipresente en el ámbito
político; que si bien ha existido desde el retorno a la democracia y ha
denotado en ciertas ocasiones numerosas contradicciones de sus
dirigentes político (a principio del corriente año el actual intendente
electo por voto popular pertenecía a una rama partidaria, hasta ese
momento ganadora según las encuestas, poco tiempo antes de las
elecciones de octubre, hizo la presentación oficial de su lista como una
alianza del partido que días después sería el electo), quiénes, como
hemos visto en el ejemplo, están más preocupados en reposicionarse
dentro de la cartera política del momento, haciendo componendas y/o
alianzas que le sean favorables a sus propios intereses y no a los de la
sociedad a que representan y de la cual también son parte integrantes.
Estas irregularidades manifiestas y conductas de más conocidas por los
lugareños y a nivel metropolitano también, incentivan desde el puesto de
poder que ocupan, al asistencialismo y clientelismo político muy útiles
en épocas electorales pero sobre todo en momentos de emergencia hídrica,
trasformándose así en instrumentos que por momentos hasta llegan a ser
legitimados por la propia población, quiénes han desarrollado un
comportamiento y un acostumbramiento que fomentan estos manejos
políticos sin ni siquiera cuestionarlos.
“Que la crisis es una oportunidad es una frase repetida.
Tiene un lado de verdad, la extrema necesidad de la mayoría de la
ciudadanía convocada y el comportamiento oportunista de los dirigentes
pueden resignificar las nuevas políticas propuestas, dando lugar a otra
ronda de asistencialismo con otro nombre: de clientelismo inmediatista,
a un acentuamiento del lado mafioso del sistema político, del lado
oportunista de organizaciones confesionales o no gubernamentales,
profundizando la pérdida de cultura de derechos y acentuando la de los
favores, incluso con la complicidad pasiva de la población que apenas
legitima más de lo mismo” (Coraggio, 2003)
Debemos
destacar que Puerto Vilelas no es la excepción a la regla, hechos como
estos suceden cotidianamente en muchos municipios del país y la
provincia, pero dada la escala de nuestra unidad de análisis queda más
en evidencia a la luz de los hechos de público conocimiento; que hoy por
hoy transita por una concepción política y de gobernabilidad
ineficiente, deficitaria, de bajos recursos y una crisis de identidad
difícil de manejar y asumir.
Al igual que
lo expresáramos para el caso de la vulnerabilidad educativa y el trabajo
muchas veces en silencio y constante de los docentes para formar
ciudadanos responsables y concientes de su realidad, se traduce también
en el trabajo realizado por referentes locales quiénes a conciencia,
desde el rol que les toca desarrollar dentro de la comunidad y un tipo
de política responsable y en conjunto con el resto de la población
continúan luchando día a día para llevar a cabo gestiones que se
orienten a sacar a esta ciudad del AMGR del estanco económico, social,
cultural y principalmente institucional el que viene sufriendo ya desde
hace tiempo.
Predomina
también un estilo político de gestión, que en vez de orientarse hacia la
resolución de problemas y satisfacción de necesidades, se moviliza hacia
la acumulación partidaria o intrapartidaria de posiciones de poder. Ello
significa que la política local se orienta en el corto plazo hacia la
atención de situaciones que contribuyen a incrementar las posiciones
(actuales o potenciales) de poder de los actores dentro del aparato. De
esa manera los recursos se utilizan de forma inmediatista, sin tener en
cuenta los requerimientos de mediano y largo plazo, se promueve además
una vinculación de tipo clientelar con la población de menores recursos
con base en los pocos bienes y servicios que la municipalidad produce, y
en gran medida, a través del empleo municipal mismo. Los recursos
municipales, por lo general, no solamente no son suficientes, sino que
suelen estar atados a ciertos servicios, ya que mayoritariamente se
componen por tasas que retribuyen su prestación. Ello genera grandes
dificultades para establecer políticas sociales y para financiar
servicios indivisibles. En la actual situación y por efecto de las
políticas de ajuste, la producción pública de los componentes de la
gestión local tiende a limitarse y a desaparecer, en particular, la
atención de la población de menores recursos. Asimismo, la condición
metropolitana dificulta el papel de las municipalidades metropolitanas,
dado que la distribución territorial de las necesidades y de los
recursos tiende a estar configurada en patrones de segregación que
afectan tanto a las necesidades y recursos de la población como de los
aparatos municipales.
Es
importante señalar que la mencionada debilidad institucional; debe ser
modificada para luego llegar a promover procesos de desarrollo social
que atiendan las diferentes necesidades de la comunidad, siendo
importante analizar, también, como dice (Blaikie et al, 1998) las causas
de fondo, presiones dinámicas y condiciones inseguras, para de esta
manera disminuir los riesgos y los niveles de vulnerabilidad, es en
verdad una característica que puede extenderse no sólo a los gobiernos
locales, sino también al conjunto del estado y a las organizaciones e
instituciones sociales que se plantean como nuevos actores de las
iniciativas como ser: ONGs, instituciones escolares, organizaciones
parroquiales, entre otras. Esto sucede porque de lo que en verdad se
trata, es de un cambio de paradigma, que abarca una nueva
concepción de las relaciones sociales e institucionales, de planificar y
gestionar políticas y proyectos, de pensar el territorio. Una nueva
forma, de construcción política y social, tendiente al trabajo en red,
la coordinación y articulación de actores, la cooperación, vertical,
horizontal y público-privada, la participación y la cogestión de
proyectos y políticas. En síntesis en este marco donde se requieren
nuevas capacidades y estilos de gobierno, dos cuestiones se plantean
como relevantes: la incorporación de los actores de la sociedad a las
tareas de gobierno, y el desarrollo, en el plano institucional, de un
gobierno multinivel que articule las aperturas hacia lo local y lo
global; la gobernanza supone, entonces, un fenómeno más amplio que los
referidos estrictamente a la estructura clásica de gobierno, apuntando
así a actividades que son sostenidas por finalidades compartidas. El
actor estatal soporta así un desplazamiento de su rol marcadamente
decisional y jerárquico, a un papel de acompañamiento y facilitador de
las interacciones desarrolladas por los sujetos.
Por último
queremos señalar que a pesar de las limitaciones que presentan los
municipios pequeños, consideramos que existe una conciencia y esfuerzos
crecientes en muchos de estos gobiernos locales, organizaciones sociales
y escolares para incorporar otra visión acerca de su territorio, el
entorno que los rodea, los riesgos que corren, lo vulnerable que son, la
revalorización de su propia identidad, el cuidado y aprovechamiento de
sus recursos internos y externos, la participación y consulta ciudadana.
En suma, la necesidad de cambiar de una actitud pasiva, la subsidariedad
y verticalismo del gobierno nacional por una actitud y gestión
activa, que plantea la reconstrucción de los lazos sociales y la
legitimidad política, en post de la búsqueda de soluciones viables a las
necesidades ante la crisis.
CONSIDERACIONES
FINALES
De lo expuesto hasta el
momento podemos finalizar expresando, que al hablar de Vulnerabilidad la
entendemos como uno más de los componentes del riesgo, de carácter
eminentemente social, para cuyo análisis es fundamental atender a la
heterogeneidad de las sociedades implicadas, en los desastres, puesto
que estas serán las que condicionarán de algún modo las consecuencias
catastróficas de la peligrosidad, los diferentes niveles de
vulnerabilidad, el grado de exposición y la incertidumbre institucional,
política y social de la comunidad.
Esta construcción social,
de múltiples dimensiones para su análisis y comprensión, fue la que nos
otorgo la posibilidad de abordar desde su enfoque educativo y político
institucional, el estudio de la comunidad ribereña de Puerto Vilelas,
municipio que integra el Área Metropolitana del Gran Resistencia, en
relación a la problemática ambiental de las inundaciones.
La teoría social del
riesgo y la ciencia posnormal desde sus diferentes paradigmas teóricos y
metodológicos, fueron el marco para indagar acerca de este problema
complejo, visto desde estas dos perspectivas particulares y realmente
significativas.
Particularmente, nos
hubiese poder explayarnos un poco más acerca de cada uno de los aspectos
plateados en el objetivo central del trabajo sobre todo en lo que hace a
la gestión propiamente dicha aplicada en todos los niveles y los
diversos grados de vulnerabilidad de los pobladores en general, pero
debido a cuestiones de forma inherentes a la presentación y extensión
del informe y los inconvenientes que tuvimos que sortear en las
entrevistas realizadas, entre otras pueden contarse, (el conflicto
docente, los asuetos, feriados, poca o ninguna predisposición de algunas
autoridades escolares, la crisis municipal que tornaba peligroso el
ingreso al recinto del municipio), entre otros, condicionaron de algún
modo el desarrollo y aporte del mismo; ajustándose finalmente a un
planteo teórico – conceptual de estas temáticas principalmente orientado
a la reflexión por parte de todos los actores locales.
A continuación algunos
aspectos que consideramos importante remarcar y que intentan ser solo un
humilde aporte para esta comunidad, en primer lugar acerca de la
Vulnerabilidad Educativa:
-
Que los programas estatales y la
legislación sobre los temas ambientales, no se transformen en letra
muerta, y que sean bajados a las instituciones escolares, dónde se
trabajen con estos de forma coordinada entre los actores
institucionales y los gubernamentales, con un solo objetivo principal,
crear ciudadanos responsables, informados, formados y abiertos a la
participación en temas locales de su interés.
-
Que desde los entes oficiales responsables
de estos temas implementen dichos programas, los divulguen, los
transformen en estrategias de acción, no solo en localidades de la
provincia con riesgo hídrico y altamente vulnerable, como nuestro
estudio de caso, sino en todo el territorio provincial, sin esperar a
la contingencia para actuar y preocuparse de hacerlo y como ( para
pensar: ¿Qué porcentaje de la población del AMGR conoce dónde se
encuentran las oficinas de Defensa Civil y la Administración
Provincial del Agua y que tareas realizan?
-
Que estos proyectos no sean solo una mera
formalidad burocrática adaptada a los requerimientos estatales
conforme a condicionamientos impuestos por organismos de de préstamo
mundial que financian a la provincia.
-
Que en las escuelas de toda la provincia y
el país se incluyan los problemas ambientales y de gestión ambiental
en los PEI (proyectos educativos institucionales), haciendo hincapié
en estrategias didácticas que trabajen sobre problemáticas locales,
sin excluir las globales y regionales, pero concientizados a partir de
las experiencias cotidianas, solo así se logrará reducir la
incertidumbre y se mitigará y reducirá la vulnerabilidad.
-
Que las instituciones escolares se
constituyan en un motor que a partir del trabajo diario con los
alumnos, demás actores institucionales y los padres, logren movilizar
a la comunidad, a la participación, la gestión, la cooperación,
haciendo del conocimiento un instrumento de real significancia
prevenir los efectos de futuros episodios.
-
Aprovechar la implementación de una nueva
Ley de Educación Nacional y lineamientos curriculares, incluir estos
temas, como los de gestión y gobernabilidad como parte de la formación
del alumno como ciudadano responsable. Y motivar así a que la escuela
se transforme en el entorno ideal para que niños y adolescentes se
formen e interactuen dentro de ella y hacia fuera (comunidad).
Solo así las nuevas
generaciones podrán desde su formación y educación formal y no formal
participar, cooperar, involucrarse y llevar adelante conjuntamente con
el estado, políticas de reducción de riesgos y vulnerabilidad.
A nivel político e
institucional:
-
Se hace ante esta crisis por la que hoy
transita la comuna, más exactamente su municipio, un cambio de rol del
estado a partir de un nuevo paradigma de la gobernabilidad, creemos
que este cambio de gobierno a partir de diciembre, es una buena
oportunidad para llevar adelante acciones de reconversión
institucional que apunten a promover acciones dónde el municipio y sus
representantes legítimamente electos se transformen en promotores y
orientadores de las actividades participativas y en coordinación con
la comunidad en su conjunto.
-
Que enfrenten sus propias incertidumbres
por medio del conocimiento, la información, la comunicación, la
interacción con los demás actores sociales y fundamentalmente de la co-gestión.
-
Que encaren la gobernabilidad, como
gebernanza es decir dónde ellos sean un actor más y no se cierren en
posturas limitantes, ocasionales, provechosas y promuevan una actitud
positiva de interacción multinivel entre las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, y se abran a la comunidad con la
mejor disposición.
-
Que asuman su rol de hacer de nexo entre
esos diversos niveles de actuación, creando ámbitos de consenso,
promoción y conciliación.
-
Que dejen de lado sus “principios”
partidistas y su visión clientelar de la sociedad ante la emergencia.
-
Que tomen conciencia de que continúan
construyendo riesgo en zonas altamente vulnerables y prohibidas con el
aval de organismos gubernamentales con concepciones política e
institucionales del pasado quiénes están más interesados en ganar
votos, mediante las obras que se inauguran, que de analizar seriamente
las limitaciones con que cuentan y adoptar estrategias menos
riesgosas, y más sustentables para la población, ya vulnerable por
otras condiciones a las que se suman las construídas por el mismo
estado, que promulga un doble discurso, sin mediar las consecuencias
de sus propias acciones.
-
Que propicien ámbitos de diálogo con la
comunidad y no de negación frente a sus inquietudes y otras propuestas
viables, que por supuesto esta de más decir que no siempre le son
favorables a sus propios intereses.
-
Que intenten dejar de lado la crisis
institucional, generada por sus propias contradicciones y conductas
irregulares, y se ocupen de los temas relevantes del municipio, como
la expansión urbana, el crecimiento demográfico, la ocupación cada vez
mayor de áreas vulnerables, que instruyan a la población, que le
comuniquen los riesgos que los acechan y que deben enfrentar
conjuntamente, dejando de lado el asistencialismo y clientelismo de
turno que solo los conforma y promueve en ellos conductas negativas no
propicias para el desarrollo óptimo de su comunidad.
-
Que comiencen por actuar y sentirse parte
de su comunidad, porque a pesar del “poder” que hoy poseen en caso de
desastres ellos también son afectados por los mismos, sin saber como
enfrentarlo muchas veces, esperando soluciones externas a sus
demandas.
Finalmente y a modo de
cierre quisiera como docente destacar y rescatar la labor de algunos de
mis colegas quiénes contra viento y marea llevan adelante su tarea,
desarrollando esto temas ambientales, educando y concientizando a los
alumnos sobre que actitudes adoptar, partiendo del conocimiento de los
mismos y disminuyendo así sus propias incertidumbres y motivándolos cada
día en sus valores humanos y sociales.
Al gobierno local, que en
la actualidad se impone un cambio de visión de paradigma de la
gobernabilidad, de cambio de rol, en dónde lo que se pretende hacer es
que sus actores sean parte activa de la comunidad y no le den la espalda
en pos de sus propios intereses.
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