La formación de grado en filosofía no es
preparación para la investigación, es investigación. Sin embargo, existe
una paradoja en la carrera universitaria ya que las indagaciones de los
estudiantes raramente son consideradas como un trabajo de investigador.
En líneas generales, representan una labor que produce algunos primeros
papeles o borradores de lo que posteriormente será su ejercicio
profesional y por ende, completamente filosófico. Esta manera de pensar
implica asimilar una práctica con una acreditación; es decir, tomar una
actividad como es la investigación y equipararla a tener un título de
licenciado o profesor en filosofía.
Determinar quién puede investigar y qué hace un
investigador universitario no tiene un modo natural de ser entendido a
lo largo de la historia, por el contrario, siempre es el resultado de
una disputa en el campo académico por la autoridad. Triunfar en dicho
espacio implica naturalizar un accionar y legitimarlo como el más
adecuado. Actualmente, investigar en filosofía implica hacer y decir lo
que los profesionales en filosofía dicen o hacen. Los estudiantes pueden
imitar ese accionar pero no disputar o competir por dicha legitimidad
hasta recibirse, es decir, desarrollan proyectos de investigación hasta
el momento de conseguir un título.
En nuestra universidad esto se manifiesta al
desplegar oportunidades para que los estudiantes puedan realizar
actividades de indagación filosóficas (como seminarios y adscripciones),
pero al mismo tiempo los espacios que permiten dar a conocer y legitimar
sus trabajos como tales. Dichos papeles no terminan en espacios donde la
comunidad filosófica pueda acceder fácilmente, sino que se convierte en
material de cátedra en el mejor de los casos o anexos de currículum.
Esta publicación pretende contribuir a difundir
dichos escritos, para que las problemáticas desarrolladas por los
estudiantes puedan ser tratadas y debatidas, y también para que sus
autores puedan ser citados y reconocidos como investigadores. El campo
de la filosofía es complejo, particular y arduo, pero es nuestro. Es
poco probable que en las presentes condiciones puedan plantearse nuevos
modos de acreditación y legitimación, pero quizás es posible ayudar a
cambiar el cauce del río. |
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- Octubre 2014
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