|
Los
fundamentos de esta teoría podrían ser expuestos brevemente de la
siguiente manera:
-
Considerando en la
Depresión un piso basculado hacia el sur y el este, sobre él se
hubieran producido sucesivos derrames o desplazamientos de un gran
curso ¿el Paraná?. Esos depósitos fluviales, debieron sucederse de
este a oeste, dado que la profundidad disminuye en ese sentido. Sobre
esa base, los depósitos más antiguos serían los más orientales y
profundos, seguidos de otros intermedios y luego los más modernos al
occidente.
-
A partir de las fotos
aéreas se pudo interpretar y cartografiar la unidad de Cordones en
Abanico Planicies y Depresiones, al oeste, lindando al este con los
Cordones Submersos y Depresiones. Simultáneamente se percibió un
modelo tono textural (que en ese momento POPOLIZIO, E. y SERRA, P.
1981 a y b no fue adecuadamente interpretado y no fue cartografiado)
lindando con aquella unidad, ya en plena Depresión Iberana. El trabajo
posterior de síntesis (SERRA, P. 2004 y SERRA, P. 2005) y la
observación detallada de imágenes satelitarias, permitió interpretar
ese patrón tono textural como producto de una morfología placada en el
fondo, muy similar a la de las dos unidades anteriores, sólo que
enmascarada por la cubierta vegetal. Se daba entonces la paradoja que,
precisamente fue el modelo del tapiz de embalsado, el que traduce la
morfología del fondo.
FIGURA 6: Condiciones de
anegabilidad de la Depresión de Iberá. Fuente: Serra 2005
-
Daría la impresión de
que en etapas sucesivas, el primer desborde, fue hacia la parte más
honda, colmatando el fondo de la primitiva Depresión; un segundo
desborde, encontró el piso más levantado y se expandió sobre los
anteriores, en parte quedó sub aéreo y en gran parte constituye la
unidad de Cordones Submersos y Depresiones; un tercer desborde,
encontró el piso más levantado, por lo tanto se expandió hacia el
oeste y dejó el actual modelo de canales y paleo valles, más moderno,
más notorio y constituye la unidad de Cordones en Abanico Planicies y
Depresiones.
-
De este modo, tomando
como base la TABLA 1 debe considerarse que a la Depresión de
Iberá ingresó como materia mineral y representa un pérdida en su
capacidad inicial de contener agua: una superficie no cuantificada que
ocupa el fondo de la Depresión Iberana, un 44% correspondiente a
Cordones arenosos discontinuos y depresiones, Planicies con paleo
depósitos y micro cribado, Cordones y planicies submersos, Planicie de
abanicos aluviales y Paleo depósito fluvial. Esta elevación del fondo,
debió tener en tiempos geológicos el correlato de una elevación en el
pelo de agua, que inevitablemente ahogó a los relieves más orientales,
dejando a los más modernos más nítidos y emergidos. En tiempos
históricos, lo que se aprecia son las oscilaciones del nivel del agua,
¿asociadas al ritmo pluviométrico y a un balance más complejo?
-
Si en base a la
TABLA 1 se evalúa la superficie que ocupan las “Depresiones” se
tiene un 19% considerando las dos sub unidades de Depresiones
longitudinales y las Planicies y depresiones. Se excluye de este
cálculo a la Depresión Iberana, (considerando que en ella existen
depósitos que le restan una cantidad no determinada de superficie en
sentido estricto) pero si no se los considera, ella representa un 32%
más, lo que daría un total de 51% de superficies vulnerables al
almacenamiento de agua, y que de hecho hoy la contienen.
-
Si a ese 51% se le
suma el 14,7% que representan los Cordones y planicies submersos, se
tiene bajo agua un total de 65,7% de la Depresión de Iberá, lo que en
consecuencia, representa igual superficie cubierta con la unidad
fisonómica de vegetación de Prados acuáticos.
-
La esterización areal
progresiva, el modo en que esta se beneficia con los bajos niveles de
agua y la lentitud del flujo generan un circuito que se retro
alimenta, no por un problema hidrológico de base sino por un problema
sedimentológico y morfológico del fondo. Este mecanismo hidrobiológico
en el cual no es bien conocido el comportamiento de la
evapotranspiración en superficies tan vastas, tiene además una
dinámica de fuerte componente vertical de intercambio con la atmósfera
y una relación no cuantificada ni cualificada con los aportes
subterráneos al sistema.
CONCLUSIONES
El gran humedal que asienta en la Depresión
de Iberá, ha evolucionado a partir de condicionamientos
litoestructurales y morfoclimáticos en consonancia con sus unidades
geomorfológicas vecinas. Conformada la Depresión, ha sido receptora
pasiva de materia líquida y mineral, lo cual al amparo de las
condiciones climáticas actuales, le proporciona una densa cobertura
asociada en su mayor parte a condiciones de anegamiento permanente o
periódico.
El escurrimiento superficial fluctúa al
ritmo de las precipitaciones, orientado hacia una salida por el río
Corriente como único emisario, asociado a una dinámica básicamente
esteroide, lenta y en gran parte de la superficie, sub embalsado.
Los trabajos de fotointerpretación que han
logrado la identificación de unidades geomorfológicas, su cartografía y
descripción funcional, así como la estructura de las cuencas, sus redes
y sistemas de escurrimiento asociados, permiten hoy contar con un
suporte cartográfico. Sus características permiten utilizarlo para la
planificación orientativa de trabajos de campo y sustento de las de
gabinete, en todas las disciplinas vinculadas al estudio del gran
humedal de Iberá.
Es además una base para
elaborar políticas de manejo global del espacio y para establecer áreas
modales o experimentales que validen las propuestas y permitan esbozar
nuevas hipótesis sobre la evolución del área y nuevas líneas de
investigación y correlación con otras disciplinas, que las corrijan o
enriquezcan.
El humedal de Iberá,
hoy reconocido como sitio Ramsar cuenta con
propuestas de esquemas de manejo que siguen dos líneas preferenciales:
conocer su composición y comportamiento y la otra, generar las políticas
de ocupación del espacio con criterios de desarrollo sostenible.
|