VALOR DE LA FOTOINTERPRETACIÓN EN EL CONOCIMIENTO DEL HUMEDAL DE IBERÁ

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Figura 4: Subunidades Geomorfológicas de la Depresión de Iberá

Forman redes de drenaje cribadas, desintegradas, que van integrándose en la medida que el proceso evolutivo hace tomar contacto a las pequeñas depresiones, dando modelos lineales, poli lobulados, donde es posible definir las divisorias de micro cuencas, de hasta 1 ha.  

En las depresiones cerradas, se definen escurrimientos laminares esteroides y cañadoides; en la medida que aquéllas se integran, pasan a esteroicos, la continuidad del escurrimiento las incorpora a la sub unidad de Depresiones Longitudinales y conforman redes parcial o totalmente integradas, en modelos dendríticos pinados.

De alguna manera, la continuidad de los procesos hídricos va fragmentando, los cordones, de allí su designación de “discontinuos”.  En los sectores interdepresión, ligeramente más elevados y de forma convexa, asientan las divisorias de agua a partir de las cuales el agua de lluvia escurre de modo mantiforme entre la cubierta herbácea de pastizales (P), la cual no sólo retrasa los tiempos de concentración, sino también protege al suelo de la fácil erosión del material arenoso.

  • Planicies con paleo depósitos y micro cribado: Representan el 34 % de la Unidad y un 9,8 de la Depresión. Son morfologías de génesis no muy clara, de naturaleza arcillosa y sumamente planas, cubiertas en superficies variables por un tapiz sedimentario cuyo origen podría ser fluvial o eólico. A éste se asocia una micro morfología de depresiones que progresivamente lo va desmantelando y donde la pequeña energía local que proporciona al relieve, permite sobre él el trazado de precaria divisoria de cuencas.

El escurrimiento laminar mantiforme es típico de las planicies, y según el ritmo e intensidad de las precipitaciones se generalizan otras variedades tales como el difuso y el filetiforme. Conforman ambientes de bañados o malezales con cubierta típica de pajonales (Pj), inundables periódicamente debido al desborde de las depresiones que las contornean o bien, a la permanencia del agua de lluvia en superficie debido a su bajo potencial de permeabilidad vertical.

  • Depresiones longitudinales: Cubren una superficie estimada de 52.537 has y cubren un 18.6 % de la unidad. Pueden originarse en: 1- coalescencia de las depresiones que fragmentan a los cordones; 2- por erosión diferencial en la discontinuidad litológica existente entre los materiales de los cordones y los de las planicies por lo cual frecuentemente aparecen separándolos; 3- Formar largos canales, anchos (del orden de los 300 a 1000 metros), ondulantes y bien definidos, que incorporan  a los dos primeros pero no aparentan ser parte de ellos (5).

La continua convergencia y divergencia de todas estas depresiones, cuyo denominador común es ser decididamente más largas que anchas, crea ambientes acuáticos, cubiertos por vegetación hidrófila arraigada o flotante (formando prados acuáticos (Pr)), vulgarmente llamados esteros y donde el escurrimiento es precisamente esteroico.

2- Cordones submersos y depresiones - FIGURA 3

No difiere mucho de la Unidad anterior en el aspecto morfológico pero sí en que todos sus elementos están sumergidos. Se disponen con diseño de una banda curva, con indentaciones que penetran en la unidad vecina del este y muestran un ensanchamiento progresivo en la parte media y se estrechan hacia el sur.

Es esta la unidad en la que se hicieron las observaciones más destacadas de la fotointerpretación, no sólo por haberla podido localizar y caracterizar, sino por el novedoso modo de correlación que se estableciera entre la morfología submersa y el tapiz de embalsados (6) que la cubre. Sobre esa base, los patrones tono texturales permitieron identificar en cada foto la cubierta vegetal que, por correlación de modelos, se asoció al relieve subyacente, especialmente donde la vegetación acuática (por su altura) producía un marcado efecto de “inversión del relieve”, es decir que las depresiones aparecían como más elevadas.

Sub unidades geomorfológicas- hidrográficas: FIGURA 4

  • Cordones y planicies submersos: Cubren una superficie de 142.626 has lo que representa casi un 15% de la Depresión y un 61% de esta unidad (dentro de la cual los cordones solos representan un 52,2 %). Ha sido posible reconocer las antiguas depresiones circulares y longitudinales por la existencia de una cubierta de “embalsados” muy diferente a la que tapiza los cordones, sumergidos casi totalmente, o dejando aflorar sólo algunas cumbres en forma de islotes con pequeños bosques (B) y/o pajonales (Pj).

  • Depresiones: Cubren unos 89.466 has o 9,5% de la Depresión y un 39% de esta unidad. Son ellas quienes contactan con los Cordones y Planicies de la unidad vecina, prolongándose en las Depresiones Longitudinales.

El embalsado que las cubre, presenta grietas alargadas (cuyos extremos pueden ser ramificados o aguzados) tal vez producidas por la velocidad en las corrientes de fondo que adoptan diseños convergentes y divergentes, obedeciendo a un flujo que aparenta ser anastomosado.  Las grietas podrían ser también interpretadas como desgarres producidos por tracción o compresión del embalsado bajo la acción ascenso y descenso de las aguas en sucesivas etapas de crecientes y bajantes.

 3- Depresión Periférica Oriental - FIGURA 3

Se extiende de NE a SW en forma de arco de concavidad al NW,  representa el 37,5 % de la Depresión y es el ámbito de los más genuinos “esteros del Iberá” y donde éstos alcanzan las mayores profundidades. Su rasgo tipológico principal consiste en estar cubierta de agua y vegetación acuática en estructura de embalsados en un 95,5%, por lo tanto la unidad fisonómica predominante son los prados acuáticos (Pr). La foto interpretación y la posterior correlación de síntesis con imágenes, permitió encontrar en ella también, numerosas pautas sobre los procesos evolutivos del humedal y su correlación con las actuales condiciones hidrográficas, como se explicará en detalle más adelante.

Sub unidades geomorfológicas- hidrográficas - FIGURA 4

  • Depresión Iberana: Cubre una superficie de 312.412  has lo que representa el 86 % de la unidad. La fotointerpretación permitió inferir en ella una enorme riqueza morfológica placada en el fondo, enmascarada parcialmente por la cubierta hidro biológica, pero que paradójicamente, pone en evidencia la fotointerpretación de los patrones tono texturales de ésta.

Casi un 70% de la superficie, muestra indicios de que los cordones y planicies (descriptos en las dos unidades anteriores) se prolongan en el fondo y que existen grandes depresiones longitudinales donde las corrientes laminares en filetes confinados, quiebran los embalsados formando espejos de agua lineales. Es llamativo también que, el embalsado aparezca resquebrajado en grietas muy estrechas (del orden de los 30 metros) cuyo diseño es poligonal.

 Esto no pudo ser explicado sino hasta hace muy poco, donde la observación accidental de una foto aérea del área, nos condujo a elaborar la teoría de que los esfuerzos de tracción (por ascenso del nivel del agua) y de compresión (durante los períodos de descenso), agrieta los histosoles, del mismo modo que en formas poligonales se agrietan algunos suelos por el efecto hidratación- deshidratación, o bien por hielo- deshielo en el tjaele de tundra.

La mayor parte de grandes Lagunas o espejos de agua (cuyas profundidades oscilan entre 2 y 4 metros) que interrumpen la cubierta de embalsados se localizan en esta unidad y pueden clasificarse en dos tipos: 1- Las del norte tienen formas más redondeadas (Galarza, de Luna, Contte, El Disparo, Rodeíto) y aparecen en los espacios donde no hay evidencias de cordones sumergidos; 2- Las del sur (Iberá, Medina, Fernández, Paraná), son más alargadas, aparentemente tuvieron mayor superficie y son obliteradas progresivamente por la  cubierta vegetal, lo que se hace evidente en los patrones tonales del embalsado.

  • Nacientes del Corriente: Representan el 7,3 % de la unidad. Se manifiestan en el tapiz de embalsados como una maraña de surcos o canales anastomosados que interconectan las lagunas Medina, Fernández, Trin, y arroyos Encontrado, Talita y Plumero. Con modelo de red dendrítica convergente, llegan hasta las lagunas Alta e Itatí, donde comienza a definirse el modelo fluvial del Corriente. como una prolongación del drenaje sub embalsado.

  • Planicie de Abanicos Aluviales: El resalto topográfico de unos 4 a 7 metros que forma la Depresión con la Planicie de Erosión Oriental, afecta el tramo terminal de las vías de drenaje afluentes de la Depresión a partir de la divisoria con las cuencas de los ríos Aguapey y Miriñay.

    Ellas se originan en escurrimientos laminares que pasan a ser convergentes y forman en la desembocadura una sucesión de abanicos aluviales coalescentes, cuyo arco frontal está entre 1 y 5 Km., y cubren en total una planicie periódicamente inundable de 4.766 has. En esta unidad se distingue el sector superior de esta Planicie, que representa una superficie de 23.956 has y un 6,7 %,  mientras que su sector inferior aporta al Complejo aluvial del Corriente.

 4- Complejo Aluvial del río Corriente:

Representa el 9,3 % de la Depresión de Iberá. Queda definido por una compleja maraña de canales anastomosados dendrítico- convergentes y ambientes periódicamente inundables que progresivamente definen el modelo fluvial.

Sub unidades geomorfológicas- hidrográficas: FIGURA 4

  • Planicie de Abanicos Aluviales: Prolongación de la descripta para la unidad anterior, cubre una superficie de 19.180 has, (21% de la unidad) pero con ancho mucho mayor (del orden de los 3 Km.), debido a que los escurrimientos que la forman, provenientes de la divisoria de aguas con el río Miriñay, tiene cuencas mucho mayores y salvan un desnivel de 10 a 15 metros.

  • Paleo depósito fluvial: Representa el 6 % de la Unidad en una franja longitudinal, al SE y paralela al valle aluvial del Corriente. La fotointerpretación permitió identificar debajo del embalsado y a lo largo de 60 Km., un paleo valle fluvial similar al que define el arroyo Plumero con indicios de haber sido afluente de la margen izquierda del Corriente, lo que evidencia anteriores escurrimientos sub aéreos eficientes,  obliterados por el anegamiento progresivo de la Depresión.

  • Valle Aluvial del Corriente: Representa el 25% de la Unidad y se define con modelo fluvial meándrico, a partir de un sector transicional anastomosado y con derrames laterales en los canales, cuando estos se definen luego de la unidad de nacientes. Todo el valle menor funciona embutido en una planicie, a través de la cual llegan los escurrimientos del oeste y del este.

  • Planicies con paleo depósitos y micro cribado: No son diferentes a las del norte en cuanto a forma, orientación, tipo de escurrimiento y condiciones de anegabilidad periódica. Llamativamente dominan en el sector occidental,  la cubierta arenosa es menos notoria, así como el micro cribado de depresiones.

  • Cordones y planicies submersos: Un pequeño sector de la misma unidad ya descripta penetra en este sector, con similares características. Sobre gran parte de ellos asienta la maraña de canales de las nacientes del Corriente, pero sin perder su identidad de núcleos convexos más elevados, que encierran planicies, bajo el tapiz de embalsados.

  • Depresiones longitudinales: Se definen a partir de esteros y cañadas de la unidad vecina de las Lomas y Planicies Embutidas del oeste, bordean las Planicies con paleo depósitos y micro cribado y en su parte terminal convergen al río Corriente en un sinnúmero de surcos. Estas tres últimas sub unidades representan un 49% de la Unidad.

CUENCAS  2º orden

Superficie

CUENCAS 3º orden

CUENCAS 4º orden

CUENCA 5º orden

Ero. Gallo Sapucay

218.475 has

Ero. Grande

 

 

Arroyo Carambola

496.372 has

Ero. Ayucú

Laguna Iparapacá y Ero Yegua Retá.

 

 

Ero. Pucú

Ero. Ipucú Guazú

 

Ero. Carambolita,

Ero. Santa Ana

 

Ero. Iberá

Ero Teyú

 

Ero San Antonio Cué

Ero Cambá

Chive Cué

Guayabal y San Joaquín

 

 

Estero Moreno

273.801 has

Eros. Poí, Santo Domingo y Ataré o Camby Retá

 

 

Esteros del Iberá

466.824 has

Varios pequeños afluentes orientales.

 

 

 

TABLA 2: Jerarquización de Cuencas afluentes del río Corriente. Fuente: Serra, P. 2004

La TABLA 2 sintetiza la estructura de  sub cuencas que ha sido posible individualizar a partir de la foto interpretación de detalle y la cartografía a escala 1:33.000. El trazado de las divisorias, los ejes de escurrimiento, las transfluencias y sectores de desembocadura permitió llevar la síntesis a la escala 1:250.000. FIGURAS 5 Y 6.

 

FIGURA 5. Principales cuencas de la Depresión de Iberá. Fuente: Lámina 4-1-  Serra, P. Módulo Hidrología del Proyecto ARG/02/G35 “Manejo y Conservación de la Biodiversidad de los Esteros del Iberá” (2004). Modificado Serra 2005.

La Cuenca Superior del río Corriente: Cubre una superficie total de 1.308.986 has como cuenca de 1º orden,  pero recién evidencia la tendencia a organizar un escurrimiento fluvial con diseño dendrítico convergente de la red muy poco antes de salir de la Depresión, en las Nacientes del río Corriente (222.012 has) donde recibe 4 cuencas de 2º orden.  FIGURA 5.

1- Estero Gallo Sapucay (218.475 has.), tiene como afluente de 3º orden la del Estero Grande;

2- Arroyo Carambola (496.372 ha.), recibe como de 3º orden las de Esteros: San Joaquín; Guayabal; Ayucú (éste recibe como de 4º orden la de Laguna Iparacapá y estero Yegua Retá); Pucú (recibe como de 4º orden la de estero Ipucú Guazú); Carambolita (recibe la de estero Santa Ana como de 4º orden),  Iberá (recibe la del estero Teyú como de 4º orden); San Antonio Cué (recibe como de 4º orden la del estero Cambá y éste a su vez recibe como de 5º orden a la del estero Chive Cué.

3- Estero Moreno: (273.80 has) recibe como afluentes de 3º orden a las cuencas de esteros Camby Retá o Ataré, Poí y Santo Domingo.

4- Esteros del Iberá: 466.824 has., colecta las aguas de la Depresión.

La organización espacial de estas subcuencas se materializa en la FIGURA 6 donde además se han destacado los límites de las cuencas mayores, los sectores de transfluencias más notorias y los de desembocadura. La funcionalidad de estas cuencas no es convencional ya que si bien en todas hay sectores subaéreos, si se compara las FIGURAS 6 y 7 y las anteriores, se verá que muchas de ellas tienes una gran superficie inundada.

FIGURA 5: Sub cuencas de la Depresión de Iberá.

Fuente: Lámina 4.2. Serra, P. Módulo Hidrología del Proyecto ARG/02/G35 “Manejo y Conservación de la Biodiversidad de los Esteros del Iberá” (2004). Modificado Serra 2005.

CONDICIONES DE ANEGABILIDAD EN LA DEPRESIÓN DE IBERÁ-  968.106 Has

 

INUNDADO

%

PERIÓDICAMENTE

INUNDABLE

%

NO INUNDABLE

%

UNIDADES

Cordones y planicies submersos

14,7

Planicies con paleo depósitos y micro cribado

9,8

Cordones arenosos discontinuos y depresiones

12,4

Depresión Iberana

29

Planicie de abanicos aluviales

4,5

 

 

Depresiones longitudinales

19

Valle aluvial del Corriente

2,8

 

 

Nacientes del Corriente

2,8

Paleo depósito fluvial

0,5

 

 

Grandes Lagunas

2,9

 

 

 

 

Otros espejos de agua

1,6

 

 

 

 

 

TOTAL

70

TOTAL

17,6

 

12,4

TABLA 4: Unidades geomorfológicas y condiciones de afectación hídrica en porcentaje de la superficie de la Depresión. Fuente Serra 2005.

Gran parte del escurrimiento es sub embalsado y es evidente que la progresiva anegabilidad de la depresión, se ha producido hacia aguas arriba en el tiempo, ahogando los escurrimientos sub aéreos y ha dejado submerso el relieve resultante, el cual ha sido rescatado por la foto interpretación.

El proceso anegamiento progresivo que se ha manifestado en la Depresión a lo largo del tiempo, ha encontrado explicación en diversas teorías, ninguna hasta el momento totalmente válida y muy probablemente todas sean complementarias. Evidentemente la situación deriva del balance interno entre entradas y salidas, pero donde también tienen que considerarse:

1- Las pendientes de la Depresión: es probable que al igual que otros del nordeste, en el inicio configurase un espacio lacustre, con una mayor capacidad como cubeta en cuanto a profundidad, en la cual la cubierta vegetal haya tenido una importancia variable, según las condiciones climáticas. No existen evidencias de movimientos tectónicos que aportaran suficiente energía topográfica como para modificar sustancialmente el perfil inicial de fondo,  por lo que probablemente las irregularidades que éste evidencia sean originadas exclusivamente por depósitos de materia biológica y mineral, como se describe en puntos siguientes.

2- La proliferación de biomasa: producida al amparo de las buenas condiciones de luminosidad, de calor y quietud de las aguas, muestra una fuerte tendencia a la expansión areal, en un proceso que NEIF, J. 1981 llama de esterización progresiva, donde la sucesión está “...regida fundamentalmente por tres grandes  complejos de factores: el gradiente del relieve, las condiciones de circulación del agua (escorrentía) y el fuego. Los dos primeros condicionan la sucesión primaria y el tercero es el principal responsable de la sucesión secundaria” p. 95.

Más adelante el autor expresa que estos procesos sucesionales cuyo período de mayor actividad se da durante el período de aguas bajas cuando el escurrimiento es más lento, han dado lugar a que “gran parte de la cubeta original del Ibera se encuentra en avanzado estado de colmatación por materia orgánica derivada del metabolismo de las plantas del estero. Estas han llegado a formar un suelo turboso cuyo espesor puede superar los 3 m...” p. 103.

Los juncales se encuentran a profundidades de 1,60 y 2,20 m...atenúan el oleaje, frenan la velocidad del viento y favorecen  la implantación de vegetación sumergida arraigada, sumergida libre y arraigadas de hojas flotantes... La existencia de plantas cuyo cuerpo sobrenada parcialmente en la superficie, constituye el soporte adecuado para bioformas estoloníferas...las raíces y rizomas de las plantas forman un denso entretejido que retienen plantas muertas, detritos de renovación y restos orgánicos que terminan originando “un suelo” flotante integrado por materiales fíbricos muy laxo que sustenta a un número creciente de especies  vegetales. En estas condiciones tiene lugar la formación de los denominados “embalsados”... p 132...que retienen en superficie biomasa cuyo peso “puede ser del orden de las 3 toneladas por hectárea o más”. p. 135.

3- La obliteración de la salida: probablemente esté ligada a dos factores: el aumento de biomasa ha creado un circuito que se retroalimenta y que hacia la desembocadura actuaría como una especie de tapón flotante, placado sobre el fondo en épocas de bajante, (cuando funcionarían sólo los escurrimientos en las depresiones) y que obstruiría parcialmente el escurrimiento en épocas de creciente, al ser elevado por el nivel de agua (POPOLIZIO, E. 2003, NEIFF, J. 1981). Sin que sea posible verificarlo por el momento, creemos también que en la obliteración de la salida está comprometido un pequeño bloque que pudiera estar ascendiendo por efectos de la tectónica propia de la Planicie de Erosión Oriental, tal como lo comprobaron levantamientos geodésicos de precisión, para otros sectores.

4- La elevación del fondo por aporte mineral: Esta teoría surgió en parte de la demostración cartográfica y visual lograda a través de la fotointerpretación, combina a las otras como complementarias pero resalta el valor de la materia mineral ingresada como causa fundamental en la elevación del fondo de la cubeta y en consecuencia, su disminución en la capacidad de contener agua. En ciclos climáticos húmedos como el actual, la Depresión aumenta la superficie anegada, mientras que en ciclos menos húmedos, debió contener mayor superficie de espacios sub aéreos, el agua circuló de modo convencional por las depresiones más profundas, generalizando escurrimientos fluviales que integrarían la red de avenamiento, quedando algunos ambientes inundables que concuerdan perfectamente con su topónimo plural de Esteros del Iberá.

 


[5]

Popolizio, E. 2004 las asocia a sectores de convergencia de dos o tres canales menores del  paleo río Paraná, tal como actualmente se manifiesta en los tramos “inter isleños”.

[6] Denominación local de una particular organización de la vegetación acuática, donde las sucesivas depositaciones anuales termina formando un verdadero histosol o suelo flotante, cuyo espesor puede ir desde algunos centímetros hasta 3 o 4 m. (Neiff, J.1981)

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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina