Las Sabanas
Las Sabanas, por
su parte, conforman un paisaje dominado por hierbas
medias y
altas, imperando las Gramíneas (Elyonurus, Andropogon,
Spartina, Paspalum, Aristida, etc) acompañadas por
otras herbáceas y sufrútices, siendo comunes varias especies de las
familias compuestas, leguminosas, euforbiáceas, malváceas y rubiáceas.
El componente leñoso,
hacia el eje fluvial Paraguay – Paraná, está constituido principalmente
en suelos alcalinos por palmares de Caranday (Copernicia alba),
mezcladas con ejemplares de árboles bajos y arbustos, aislados o formando
isletas boscosas, como algarrobos (Prosopis), Chañares (Geoffroea
decorticans), talas (Celtis spp), molles (Schinus spp.)
y granaditas o quebrachillos (Acanthosyris spinoscens )entre otros.
Una de las
características sobresalientes de las sabanas es su vinculación a los
ciclos estacionales, especialmente en lo que se refiere a sequías con
la muerte de la parte aérea de las herbáceas, sobre todo de las Gramíneas,
bioformas que por causas naturales o antrópicas son sometidas al fuego al
final de la estación seca, y luego, con las copiosas lluvias de la
estación húmeda comienza un nuevo ciclo vegetativo, donde las mismas
rápidamente se reponen a la falta de agua y los incendios; pero ahora
deberán soportar una segunda prueba de vida, la inundación de los campos
bajos y la saturación de los suelos, actuando como verdaderas bombas que
evapotranspiran los excesos de agua. Estos dos factores, ciclo
seco-incendios y ciclo húmedo con lluvias-inundaciones temporarias
determinan factores selectivos en la distribución de herbáceas y leñosas
en el paisaje chaqueño, conformando así la fisonomía de sabanas en sus
distintos tipos, como sabanas graminosas, sabanas con palmeras (en nuestro
caso la palmera caranday o carandaí, palma pirófita -soporta el fuego,
resiste y crece en suelos alcalinos y casi permanentemente anegados),
sabanas mixtas, etc.
Pastizales extensos de Paspalum
dominan la sabana |
Formaciones herbáceas de Gramíneas y
al fondo montes bajos |
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