EL CHACO ORIENTAL Y SUS FISONOMÍAS VEGETALES

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Con respecto a las selvas en galerías o bosques riparios, podemos agregar que Sara G.Tressens, Ricardo O. Van y María Gabriela López (2004), en su trabajo sobre plantas terrestres del Macrosistemas del Iberá, incluyen a estas formaciones arbóreas en la categoría Bosques Higrófilos, al respecto expresan: “Se agrupan bajo esta denominación a los bosques asociados a cursos o espejos de agua, o a suelos con aporte regular de humedad en horizontes no muy profundos, con estructura pluriestratificada, y con una diversidad de lianas y epífitas menor a la de las selvas tropicales. Normalmente se encuentran en las lomas de arenas rojizas y amarillentas. Se incluyen:

1) Las llamadas “isletas de selva”, localizadas generalmente en lomadas arenosas.

2) Los conocidos como “bosques marginales” o “selvas en galería”, que bordean los arroyos.

3) Los que forman grandes fajas junto a esteros y lagunas, que oscilan entre los 300 y los 1.000 metros de ancho”

Estas fisonomías se pueden aplicar por extensión y semejanza, salvo ausencia o presencia de determinadas especies vegetales y animales y características edafológicas a los ambientes del Chaco Oriental. El concepto de isletas de bosques y fajas boscosas limitantes a lagunas y esteros se asimilan a los Montes Altos, localmente llamados "Montes Fuertes" (por la abundancia de ejemplares de mayor porte y con maderas ricas en taninos), estos bosques en general se desarrollan sobre suelos higromorfos, en áreas afectadas por escurrimiento superficial en épocas lluviosas, aquí las especies arbóreas son las mismas y con mayor densidad que en los bosques riparios, y cuyo sotobosque se caracteriza por una intrincada maraña de cardos caraguatá  (Pseudoananas macrodontes) que por sectores hacen intransitables estos bosques si no se cuenta con indumentaria adecuada; conjuntamente aprovechando estos ambientes sombríos y húmedos crecen diversidad de helechos, agriales, peperomias y orquídeas de tierras como Ciclopogon elatus, Sacoila lanceolata (Aubl) Garay y Sacoila argentina (Griseb.) Garay, aunque estas dos últimas son más frecuentes en los montes bajos abiertos o en los bordes del monte alto donde es mayor la lumninosidad.

No debemos olvidar que en los terrenos más altos, no inundables, caracterizados por condiciones de menor humedad y suelos más básicos, estos montes fuertes o altos están representados por comunidades climax de bosques de quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae) y quebracho blanco (Aspidosperma  quebracho-blanco) a veces  asociados a otras especies, también de portes importantes, como el guayacán (Caesalpinia paraguariensis), palo piedra (Diplokeleba floribunda), palo lanza (Phyllostylon rhamnoides Tabú.) y urunday (Astronium balansae), actualmente muy degradados por actividades extractivas, forestales primero y agrícolas ganaderas luego.

 

Selva en galería sobre el río Tragadero (en bajante); los árboles de una y otra orilla  tocan su ramaje generando  sombra

Bosques riparios o de ribera en las márgenes del río Tragadero (en bajante)

Densa formación arbórea en los bosques riparios o de ribera

Bosques riparios o de ribera en las márgenes del riacho Iné (en bajante)

   

Monte fuerte degradado por actividades extractivas

Bosque secundario, regeneración de un bosque alto degradado con abundancia de árboles bajos del género Acacia y Prosopis

 

Bosque Bajo Abierto

Existen también zonas de transición o ecotonos entre la Selva en galería, el Monte Fuerte y la Sabana con Palmeras, donde se presenta el Bosque Bajo Abierto o también llamado por los lugareños Monte bajo, formado por árboles de menor porte y arbustos, en general con un predominio de leguminosas del género Prosopis y Acacia como algarrobos (Prosopis alba y nigra), ñandubay o espinillos (Prosopis algarrobilla Gris.),aromitos o churquis (Acacia caven), tuscas o aromito (Acacia aroma), uñas de gato, ñapindás negros o garabatos (Acacia praecox Gris.), acompañados por ejemplares de talas (Celtis spp), molles (Schinus spp.), chañares (Geoffroea decorticans (H. et Ar.) Burk), membrillos de monte (Capparis tewdiana Eichl.), granaditas o quebrachillos (Acanthosyris spinoscens), Martín Gil, palo cruz o tororatay (Tabebuia nodosa Griseb.), niño rupá (Alloyssia gratísima (Gill et Hook.) Tron / Alloyssia virgata), con denso sotobosque de cardos (Bromelia serra y Aechmea distichantha Lem.), doradilla colorada (Cheilanthes twediana Hook.), cactus y tunas (Cactáceas). Próximos al eje fluvial Paraguay – Paraná estos montes bajos, xerófilos, pueden aparecer acompañados de palmeras Caranday (Copernicia alba) en su transición hacia las sabanas graminosas.

Estos bosquecitos cuándo son degradados por acción antrópica y abandonados, comienzan una etapa de sucesión ecológica secundaria, es decir un proceso de repoblamiento o regeneración, dando origen a una asociación arbóreo-arbustiva muy intrincada, denominada localmente "Fachinal", especialmente conformada por especies muy espinosas comunes en los montes bajos originales, pero de carácter colonizante ya que vuelven a ocupar un espacio que le es propio; al respecto Pelaez, D.V.-Boo, R. M., (1986); Vervoorst, F. (1979)  consideran que estas formas vegetativas arbustiformes no colonizan territorios ajenos, no son “invasoras”, “intrusas o malezas leñosas”, ni “plagas”; pues re-ocupan sus ambientes genuinos y específicos, mientras Cozzo, Domingo (1995)  expresa que no representan verdaderos barbechos forestales y que deben ser considerados bosques secundarios porque de alguna manera pueden dar lugar a nuevas comunidades boscosas, tal es el caso de los "vinalares", “tuscales”, “churcales”, “algarrobitales” (Acacia, Prosopis). Las especies más frecuentes en nuestros fachinales del Chaco Oriental son los uñas de gato, ñapindás negros o garabatos (Acacia praecox Gris.), aromitos o churquis (Acacia caven), talas (Celtis spp) y granaditas o quebrachillos (Acanthosyris spinoscens); completando la maraña un rico y denso sotobosque de cardos ganchos y chuzas (Bromelia serra y Aechmea distichantha Lem.), tunas y cactus (Opuntias y Cereus) y distintos tipos de herbáceas terófitas, criptófitas y hemicriptófitas (Distintos géneros de las familias Solanáceas, Compuestas, Gramíneas, etc) .

 

En la foto de arriba, a la distancia un bosque bajo abierto y, en primer plano, un gramillar (Gramíneas) que dejan ver microrelieves, testimonios de surcos de una antigua chacra abandonada; espacio que si no fuese cuidado con limpiezas periódicas, daría paso a una sucesión secundaria con un "Fachinal" o matorral como fisonomía vegetal. A la derecha un ejemplar de ñanduvay o espinillo (Prosopis algarrobilla Gris.),

Uñas de gato, ñapindás negros o garabatos (Acacia praecox Gris.)

Granaditas o quebrachillos (Acanthosyris spinoscens)

Membrillos de monte (Capparis tewdiana Eichl.)

Chañares (Geoffroea decorticans (H. et Ar.) Burk)

Tunas  (Opuntias) y cardos chuzas (Aechmea distichantha Lem.)

Cardos  ganchos o chaguares  (Bromelia serra ) en el borde del monte bajo.

Cactus (Cereus)

Palmeras Carandais (Copenicia alba) y pajonal de Panicum prionites

Palmera Caranday (Copenicia alba)

 


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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina