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COMPONENTES DEL INDICADOR DE DESARROLLO HUMANO (IDH).

 LA SITUACIÓN DE LAS PROVINCIAS DEL NORDESTE ARGENTINO 

EN LA DÉCADA DEL ’90.

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El presente trabajo tiene como objetivo realizar una descripción del comportamiento que presentan los componentes principales del Indicador de Desarrollo Humano (IDH)  en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones  (Nordeste Argentino).

Dado que nuestro propósito se centra en observar la situación de las cuatro provincias que conforman la región, se considera el contexto nacional para determinar la situación de estas provincias de acuerdo a cada variable analizada, valiéndonos de la herramienta fundamental que brinda la representación gráfica y cartográfica.

La principal fuente de información fue el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a través del Censo Nacional de Población y Vivienda 1991 y  los Anuarios Estadísticos de la República Argentina (1991-1999) y, en el caso específico del Indicador de Desarrollo Humano, nos basamos en las estimaciones realizadas por el Programa Argentino para el Desarrollo Humano (PADH) en sus Informes 1995, 1996 y 1998. 

El concepto de Desarrollo Humano y su Indicador (IDH)

 El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define al desarrollo humano como “el proceso de ampliar la gama de opciones de las personas, brindándoles mayores oportunidades de educación, atención médica, ingreso y empleo e incluso tiene que ver con el total de opciones humanas, desde un entorno físico en buenas condiciones hasta libertades políticas y económicas” (PNUD 1992:18). Sin lugar a dudas se trata de un concepto amplio e integral basado en la idea de bienestar de la población, que ayuda a distinguir entre dos aspectos del desarrollo humano: uno, es la formación de capacidades humanas como un mejor estado de salud o mayores conocimientos; el otro, es el grado en que los individuos emplean las capacidades adquiridas.

Esta concepción requiere que la medición del nivel de desarrollo humano de un determinado país, comunidad o grupo social, no se base solamente en componentes económicos que, aunque también son importantes considerar, constituyen una aproximación incompleta dado la complejidad del proceso señalado. Dentro del esquema propuesto por el PNUD se procura enfatizar en la gran divergencia existente entre niveles de riqueza material y de desarrollo humano. Por esta razón, el principal objetivo subyacente en la construcción del IDH es proporcionar referencias cuantitativas de las privaciones humanas y de las distancias existentes con respecto a metas posibles de alcanzar y monitorear la eficacia de las políticas en curso. 

El IDH es un índice compuesto que toma en cuenta tres elementos básicos, dos de los cuales aluden a la formación de capacidades (longevidad y nivel de conocimientos) y un tercero (nivel de vida aceptable) que es una medida vinculada con el bienestar material y las capacidades de consumo familiar. [1]

Para construir este Indice, se tiene en cuenta tres elementos: el nivel de salud, representado por la esperanza de vida al nacer, el nivel de instrucción, representado por la tasa de alfabetización de adultos y el promedio de año de escolarización y finalmente el ingreso, representado por el PIB por habitantes, tras una doble transformación que tiene en cuenta la diferencia del poder adquisitivo existente entre un país y otro. (PIB/PPA). El IDH es una medida no ponderada que clasifica a los países o regiones a través de una escala que va de 0 a 1 y permite considerar tres niveles de Desarrollo Humano: 

ALTO..............................+ de 0,800

MEDIO............................ de 0,500 a 0,799

BAJO.............................. - de 0,500 

Hasta 1990, año en que el PNUD incorpora el cálculo del IDH en sus informes anuales, era frecuente medir el  desarrollo de un país o región de acuerdo a su Producto Bruto Interno, el que relacionado con la cantidad de habitantes permitía obtener el PBI/per cápita, sinónimo del ingreso de sus habitantes, sin embargo, el PNUD considera que este indicador resulta, en muchos casos, una muy deficiente medición del grado de bienestar de los habitantes de un país o región, dado que resume solo un aspecto del bienestar de la gente como lo es el ingreso. El Indice de desarrollo humano nos da información sobre los logros socioeconómicos, más que los que nos permitía obtener el ingreso por habitantes, pero aún así no refleja todas las dimensiones de las oportunidades del hombre, aunque al sintetizar las posibilidades de acceso a tres aspectos esenciales como son la salud, la educación y el ingreso –éste último como la capacidad de acceso a los mercados- permite tener una visión más amplia del desarrollo de la población.

Precisamente, en este trabajo se intenta realizar una descripción basada en la síntesis de los tres aspectos esenciales mencionados, motivados especialmente por cierta paradoja estadística que explicamos a continuación: desde que el PNUD iniciara el cálculo del IDH en 1990, Argentina se encuentra en el grupo de países con desarrollo humano ALTO, aunque su posición en el ránking mundial fue variando desde el puesto 43 en 1991 al Nº 30 en 1996 y al lugar Nº 39 en 1999, a tal punto de figurar entre los primeros puestos en el conjunto de países latinoamericanos. Pero, al tratarse de un promedio nacional, el indicador oculta importantes diferencias en la distribución regional y provincial de los distintos aspectos del desarrollo humano y por lo tanto merece que nos ocupemos de observar la situación real de las provincias y en forma particular de las que forman el Nordeste Argentino.


[1] Los individuos, señala el Informe, “deben tener la oportunidad de invertir en el desarrollo de sus capacidades, en su salud, su educación y su aprendizaje. También se les debe dar la oportunidad de usar sus capacidades, de participar a fondo en todos los aspectos de la vida y de expresarse libre y creativamente...Así concebido, el desarrollo individual y social de las personas ayudará a mejorar el espacio individual y social de cada persona.” (Cfr. PNUD 1991:17).

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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina