AMPLIACIÓN DE LA FRONTERA AGROPECUARIA CHAQUEÑA: (x) 

EL OESTE CHAQUEÑO Y EL CULTIVO ALGODONERO

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CONCLUSIÓN

En los últimos años de la década del 90’ se pudo advertir en la provincia del Chaco una significativa inversión en el ámbito algodonero. Si bien la superficie cultivada a principios de ésta década experimentó tendencias decrecientes, como consecuencia de la importante disminución del precio del textil, es a mediados de la misma cuando se produce la expansión del área algodonera con el consiguiente incremento de la producción.

Hasta principios de los años 80’ la mayor parte de la superficie dedicada a éste cultivo se hallaba en los departamentos O’Higgins, Mayor L. J. Fontana, Independencia, C. Fernández, Quitilipi y 25 de Mayo, área conocida como el corazón algodonero de la provincia, pero dicho corazón o núcleo se desplazó hacia el Sudoeste en los últimos años, traspasando el límite chaqueño, ya que campos del Este santiagueño han sido también ocupados por el textil; es preciso destacar que la mayoría de ellos pertenecen a productores chaqueños, quienes buscaron ampliar sus explotaciones en las áreas contiguas a la provincia del Chaco, favorecidos por buenas siembras, aumento de las lluvias, tamaño de las explotaciones facilidades de ocupación, etc.

 

El reconocimiento directo en la zona de estudio permitió observar que, gran parte de las tierras que hace algunos años atrás estuvieran ocupadas por el monte chaqueño, se encuentra hoy ocupada por el noble algodón, cultivo que a pesar de experimentar importantes variaciones en su producción, continúa siendo económicamente el más significativo en la provincia del Chaco, por cuanto conserva la primacía en la estructura productiva primaria y es a la vez el cultivo que más expectativas despierta en los productores.

 

En relación a esto último, debemos considerar las menores exigencias climáticas que posee el algodón respecto de otros cultivos, a los que podríamos añadir el incremento de las precipitaciones hacia el Oeste, fenómeno que en la última década pudo ser advertido según las estadísticas pluviométricas analizadas.

 

Es posible deducir que otra de las razones por la que el polo de desarrollo algodonero se ha desplazado hacia el SO. en la provincia del Chaco y E. y NE. de Santiago del Estero, se debió a la necesidad de poder realizar explotaciones en gran escala, mecanizadas e extensivas, para lograr de esa manera mejor rentabilidad, por cuanto es muy difícil sobrevivir con 40 o 60 has. –extensión media de las explotaciones algodoneras- con lo costos actuales y con la competitividad y rentabilidad existente.

 

La presencia de un gran número de desmotadoras privadas localizadas a lo largo de las Rutas Provinciales Nº 16, 94 y 95, nos habla a las claras de las esperanzas depositadas en el algodón. En el año 1998 se desmotaron en la Argentina 1210 mil toneladas de fibra, correspondiéndole al Chaco 750 mil toneladas, esto es el 61,9% del total desmotado en el país.

 

En definitiva, hay que destacar que la expansión hacia el SO. Chaqueño y E. santiagueño se produce porque se conjugan una serie de condiciones: climáticas, humanas y de mercado son propicias, a pesar de que en ciertas ocasiones los magros rendimientos obtenidos no permitieron lograr márgenes para saldar las cuentas de algunos productores, ocasionando en muchos casos la quiebra económica y el abandono de la actividad.

 

En síntesis, podemos concluir que este proceso de expansión agrícola reúne las siguientes características:

  • La expansión de la frontera agrícola hacia el Occidente: esto es, la incorporación de nuevas tierras del Suroeste Chaqueño y Este Santiagueño al circuito productivo agropecuario;

  • La presencia de grandes productores, algunos de los cuales tienen entre mil y cinco mil hectáreas dedicadas a la agricultura, pero también es preciso mencionar la existencia de megaproducciones que alcanzan las 10 mil hectáreas.

  • Multiplicación de las desmotadoras privadas en Chaco y Santiago del Estero, cuya capacidad de desmote cubría en el año 1998 el 83% del total del país, la contrapartida de este hecho lo constituye el deterioro económico de las Cooperativas y Pymes.

  • La tecnificación agrícola, representada fundamentalmente por la cosecha mecánica, gracias al abaratamiento de las maquinarias nacionales e importadas. En este punto, debemos mencionar consecuencias negativas desde el punto de vista social y económico por cuanto no sólo se han reducido notablemente los desplazamientos de los cosecheros, con las implicancias que ello genera en el circuito económico general, sino también que miles de ellos quedaron sin trabajo al desaparecer prácticamente la cosecha manual.

  • Desaparición del pequeño productor del circuito productivo, ante la imposibilidad competitiva y de lograr rentabilidad debido a la escasez de tierra para cultivar.


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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina