LA ESPERANZA DE VIDA EN PAÍSES SUBDESARROLLADOS

El caso de la Provincia del Chaco en la República Argentina x) 

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De la observación de la Figura 5, podemos extraer, en primer lugar, que la expectativa de vida masculina, como ocurre en casi todos los territorios a nivel mundial, es menor que la de las mujeres en todas las jurisdicciones del área estudiada, incluso se ve claramente como en un distrito (General Belgrano) la esperanza es inferior a los 60 años. En segundo lugar, a nivel interdepartamental se advierten también grandes diferencias ya que en General Dónovan la mayor expectativa de vida alcanza a 73,2 y en General Belgrano (curiosamente el que tiene la mayor esperanza de vida femenina) se registra la menor esperanza masculina, esto es 59,9 años. Entre ambas jurisdicciones la disparidad asciende a 13,3 años. Sin bien esta distancia es más grande aún que en el caso de las mujeres, la distribución espacial que se observa revela heterogeneidades más reducidas que en el caso del sexo femenino, ya que casi el 60% del territorio (catorce de los veinticuatro distritos que componen el territorio) reúne valores cercanos al promedio provincial.

 

Fig. 5

Para examinar visualmente las diferencias en años de esperanza de vida femenina y masculina consideramos oportuno incluir una última representación cartográfica, en la que se aprecian las mismas (Figura 6).

Es sabido que la probabilidad de muerte de cada individuo depende de sus características biológicas y de las condiciones en las que se desarrolla su existencia o modo de vida (alimentación, salubridad, confort climático, tipo de actividad o posibilidad de defensa frente a las agresiones ambientales). De esa forma podemos expresar que existen componentes intrínsecos y otros derivados de la relación con el medio. En ese sentido la mayor proporción de población masculina en la actividad laboral, como así hábitos como el alcoholismo y el tabaquismo inciden fuertemente a la mortalidad, como también causas sociales, las que complementan a las causas biológicas de la sobremortalidad masculina. Todo ello contribuye a la menor esperanza de vida masculina.

Fig. 6

En la Figura 6 se pueden apreciar con mayor claridad esos rasgos de diferenciación entre esperanza de vida femenina y masculina, las mismas son siempre favorable a las mujeres. Solamente dos distritos, Libertad y General Dónovan, hacia el oriente de la Provincia, presentan una expectativa de vida entre sexos, muy semejantes, ya que las desigualdades son inferiores a un año. En el otro extremo, una sóla jurisdicción, General Belgrano, logra una diferencia cercana a los 17 años entre ellas. Un sólo departamento, Independencia, logra una disparidad entre 11 y 14,9 años: exactamente son 13,8 años. En siete distritos, alrededor del 30% del territorio, la perspectiva de vida entre mujeres y hombres está separada por valores comprendidos entre 1 y 4,9 años; mientras que en el 50% restante (doce jurisdicciones), la diferencia está marcada por el intervalo que contiene el valor promedio 6,8 años, es decir de 5 a 10,9 años.

Existen dos aspectos a destacar, el primero, harto conocido, es el que la esperanza de vida femenina es mayor que la masculina. El segundo, en cambio, tiene que ver con las notables disparidades entre sexos y entre departamentos. Cuesta admitir que dentro de la Provincia la perspectiva de vida sea tan disímil.

Seguramente las respuestas se encuentran en las características sociales, económicas, culturales y en los estilos de vida de la población.


 
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Bibliografía

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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina