LA VULNERABILIDAD EN LAS ESTRUCTURAS Y PROCESOS DEMOGRÁFICOS DEL CHACO
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Los
valores de mortalidad tienen estrecha relación con la situación de los
pacientes. En el Chaco el 66,5% de la población carece de cobertura de obra
social o plan de salud y mutual, llegando en algunas áreas a superar el
75%. Sólo el 34,5% posee obra social quedando circunscripta a solo unas
pocas áreas del oriente y algunos departamentos con actividades urbanas o
rurales de importancia y que les permite contar con ese servicio. Mapa Nº
4. 3.
La migración es un
componente muy importante en el crecimiento de la población.
La desigualdad en la distribución de los recursos, la pobreza y las
políticas de desarrollo aplicadas a la áreas urbanas estimulan la
emigración desde las áreas rurales. Generalmente las crisis en la
agricultura provocaron el éxodo desde el campo hacia los centros urbanos en
busca de trabajo y, ese movimiento produjo profundas consecuencias demográficas
(aumento del tamaño de la población distorsionando la estructura por edad
y sexo de la población, aumento de las tasas de fecundidad y la densidad de
la población) y sociales
(condiciones de vida y el mercado de trabajo) en las áreas metropolitanas
receptoras y rurales de origen que quedan en situación de vulnerabilidad
(formación de asentamientos precarios, aumento del tamaño de los hogares
mayor carga de los servicios sociales). Las migraciones entrañan una serie
de problemas de integración social y de tolerancia cultural en los lugares
de destino. Son movimientos que expresan la inestabilidad, la precariedad y
las dificultades que enfrentan muchas sociedades y transforman, a quienes
van o vienen, en ciudadanos muy vulnerables. Los
movimientos migratorios del período 1991-2001 presentan tres sectores
diferenciados:
La tasa migratoria media intercensal (3,26 por mi) con una expulsión de casi 30.000 personas fuera de la provincia, tiene al sector central como al responsable principal de ese total del contingente. Mapa Nº 5. 4.
Algunos factores de vulnerabilidad respecto de la estructura
de la población son la dependencia de los jóvenes y ancianos. La
dependencia de estos últimos es importante aunque está bastante lejos del
mundo desarrollado que llega a 33%. La población que se mueve es la que
está en edad de trabajar. Demográficamente ese movimiento está asociado
al envejecimiento de la población en la comunidad de origen que puede
explicar la mayor incidencia, intensidad y gravedad de la pobreza en las
áreas rurales. La alta relación de dependencia de los hogares rurales se
agrava con la existencia de grandes cantidades de población sin
instrucción, hacinadas y con altas tasas de desempleo. El
índice de dependencia que relaciona la carga que representan los jóvenes y
ancianos (población no activa) sobre los adultos (PEA) es elevada (73%). El
sector occidental de la provincia expresa una mayor carga de pasivos sobre
activos (más de 85%), principalmente del grupo de jóvenes, dada su
estructura piramidal (torre Eiffel). El sector central con una carga entre
80 y 85% se corresponde con una estructura triangular, mientras que el área
oriental con una dependencia menor, con una composición en forma de campana
y en algunos casos atípica tiene una carga menor, los valores oscilan entre
60% y 70%. Mapa
N° 6.
El
proceso de envejecimiento plantea riesgos de salud y seguridad social. Por
lo tanto es de esperar que ese proceso esté acompañado de una transición
epidemiológica con cambios en la incidencia de las enfermedades asociadas a
las condiciones ambientales (infecciosas
y transmisibles) hacia las endógenas o degenerativas es decir,
las enfermedades que se originan en el deterioro de la propia
fisiología. Esto se relaciona con la mejora de las condiciones de vida,
con la aceptación de otros modos de vida, pero principalmente con la
disminución de la fecundidad. Ello hace necesario la disponibilidad y
reestructuración de servicios de salud de calidad en función de los
requerimientos con costos accesibles, en la tercera y
cuarta edad (entre los 60 y 74 años y a partir de los 75 en
adelante, respectivamente) aunque la mayoría
no está cubierta por obras sociales.[2] 2.
La vulnerabilidad asociada a los procesos demográficos
2.a.
La transición demográfica
La
transición demográfica
se caracteriza por el descenso sostenido de la natalidad y la mortalidad
desde niveles altos a bajos, lo que se traduce a largo plazo en un cambio
poblacional que se expresa, al finalizar el proceso, en un lento crecimiento
de la población y en una modificación de la estructura etaria
(envejecimiento demográfico). Se pueden detectar las siguientes etapas: La
primera etapa, de transición
incipiente, se caracteriza por condiciones de pobreza con población
predominantemente rural, deficiente acceso a los servicios sociales; con
tasas de crecimiento natural del 2.5%, índices de natalidad y mortalidad
elevados y sostenidos y una alta proporción de niños y jóvenes. [3] En
una segunda etapa, de transición
moderada, si bien ha disminuido la mortalidad con un leve
rejuvenecimiento de la población y un aumento de los índices de
dependencia, no se observa el mismo comportamiento en la mayoría de la
población rural y en aquellos segmentos sociales en situación de pobreza.
Como resultado de una mortalidad en descenso y una natalidad elevada y
sostenida se registran tasas de crecimiento natural cercanas al 3% anual.
Dado el importante volumen de población infantil y juvenil con respecto a
la población total, es probable que se siga presentando una natalidad
elevada.
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[2] |
Chackiel, Juan. (2004) La dinámica demográfica en América Latina. Serie Población y Desarrollo, Nº52, Santiago de Chile, CEPAL, Pp.58-61 |
[3] |
Rivadeneira S, Luis. (2000) Op.cit.
p. 22 |
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Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina |