VULNERABILIDAD
GLOBAL Y POBREZA
Consideraciones
conceptuales
|
La
vulnerabilidad es un tema
emergente, que se plantea en los análisis sociales, en las cuestiones de
políticas públicas destinadas a reducir la pobreza y promover la movilidad
social de las personas. Entre los fenómenos que contribuyen a generar
vulnerabilidad se encuentran la inestabilidad
económica, las condiciones de pobreza, la fragmentación social y la
situación de indefensión de la población ante los riesgos.
Numerosos estudios recientes sobre el tema han sido estimulados por
organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID, Naciones Unidas.
Esos trabajos están relacionados con la debilidad de los más pobres para
enfrentar las crisis económicas o la propia supervivencia, aproximándose
así a la ligazón entre vulnerabilidad y pobreza. [1] El
1 de enero de 1990, la Asamblea General de Naciones Unidas anunció el
comienzo del Decenio Internacional para la Reducción de las Catástrofes
Naturales (IDNDR International Decade of Natural Disaster Reduction) y lo
hizo en el momento oportuno. La primera mitad del decenio estuvo plagada por
catástrofes sin precedentes: terremotos en Zanjan, Irán (1990), en
Northridge, California (1994) y en Kobe, Japón (1995); ciclones tropicales
e inundaciones que azotaron Bangladesh (1991); erupciones del volcán
Pinatubo (1991); desbordamiento del río Misisipi (1993); y la catástrofe más
costosa acaecida en Estados Unidos, el huracán Andrew (1992), para nombrar
sólo algunas. Esa
iniciativa constituyó un esfuerzo internacional destinado a centrar los
esfuerzos en la recuperación posterior a los desastres y disponer la
planificación, preparación y advertencias previas a las catástrofes. La
prevención y la mitigación de las mismas son elementos claves y
constituyen estrategias diseñadas para disminuir el impacto de ellas en las
sociedades. En ese sentido, la importancia de las contribuciones de la
Geografía en esas actividades es evidente, puesto que la investigación
sobre los riesgos siempre ha puesto de manifiesto el deseo de reducir el
sufrimiento humano. Numerosas regiones del mundo fueron afectadas por desastres naturales y aunque se pone énfasis en los causantes de los mismos, actualmente la preocupación se traslada a los daños que sufren las comunidades y, en ese sentido la vulnerabilidad aparece como principal determinante de los daños. En el decenio de los 90 ocurrieron en el mundo tres veces más desastres que en toda la década del 60 y una de las regiones más castigadas fue América Latina; pero el mayor daño no es el producido por los grandes desastres sino por los pequeños y medianos que ocurren todos los días (inundaciones, avalanchas, desplazamientos contaminación, marginalidad). Esas amenazas no afectan a todos por igual y sus consecuencias son proporcionales a la vulnerabilidad de la población. [2]
1.
Desastres
Partiendo
de la noción de ecosistema como
el conjunto de relaciones entre los seres vivos y el medio físico, los desastres
se identifican como la destrucción
total, parcial, transitoria o permanente de un ecosistema. Ellos se
presentan cuando actúa una fuerza destructiva (amenaza)
y encuentra condiciones de debilidad para enfrentarla (vulnerabilidad).
La estabilidad de los ecosistemas depende de su capacidad para resistir,
adaptarse o evolucionar con los fenómenos naturales y para enfrentar la
acción del hombre. [3] Un desastre es una situación de daño que altera la estabilidad de un ecosistema, pues afectan a la población residente en un área, a la vez que alteran el curso normal de sus vidas provocando enfermedades, muerte, pérdidas materiales u otras privaciones graves. Los agentes que provocan estos acontecimientos pueden ser naturales o producidos por el hombre: terremotos, inundaciones, tornados, epidemias, incendios, guerras. Los efectos van desde consecuencias directas y tangibles como pérdidas económicas o muertes hasta efectos indirectos, como por ejemplo enfermedades o migraciones. Los desastres o catástrofes en sentido amplio, se refieren a un acontecimiento súbito, inesperado o extraordinario que provoca perjuicios en la vida de los individuos. Para las Naciones Unidas desastre es todo "evento concentrado en tiempo y espacio en el cual una comunidad sufre daños severos y tales pérdidas afectan a sus miembros y a sus pertenencias físicas de forma tal que se resiente la estructura social y las principales funciones de la sociedad". Los
términos de peligro y desastre se
suelen usar indistintamente. El segundo implica un acto de destrucción y por lo tanto se le presta mayor atención,
especialmente por parte de la legislación, mientras que el primero implica
una destrucción en potencia. Un
término equiparable con desastre es catástrofe
“Los
desastres más que generar un impacto ambiental, son un impacto ambiental y,
por lo tanto, la evaluación de riesgos, es decir, la estimación de la
posible ocurrencia de desastres, de origen natural, social, sociocultural,
debe ser un aspecto a tener en cuenta en el estudio de lo que se conoce como
la evaluación de impacto ambiental”.
[4]
Hay
tres tipos de desastres, según Cardona (2001):
Los
desastres varían en términos de
volumen, tiempo y espacio: 1. Algunos consideran como desastres sólo en aquellos casos que afecten el volumen o la distribución de la población humana. 2.
Desde el punto de vista temporal,
tenemos: - Impactos instantáneos.
Ej. terremotos, erupciones volcánicas, accidentes aéreos. - Impactos
prolongados:
fenómenos tales como la desertificación. 3. Desde el punto de vista espacial, algunos desastres son aislados y localizados, otros son difusos y dispersos.
|
|
Instituto de Geografía (IGUNNE). Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco. Argentina |